Derrotando fobias
“Tu peor enemigo no te puede dañar tanto como tus propios pensamientos. Ni tu padre, ni tu madre, ni tu amigo más querido, te pueden ayudar tanto como tu propia…
¿A quien va usted a creer?, ¿a mi, o a sus propios ojos?
“Tu peor enemigo no te puede dañar tanto como tus propios pensamientos. Ni tu padre, ni tu madre, ni tu amigo más querido, te pueden ayudar tanto como tu propia…
No, no es vendiendo drogas. No, tampoco es poniendo un prostíbulo. Bue, ahora les digo mis ideas. (Creo que eso debería haber sido la conclusión).- Todo comenzó hace unos días…