“Tu peor enemigo no te puede dañar tanto como tus propios pensamientos. Ni tu padre, ni tu madre, ni tu amigo más querido, te pueden ayudar tanto como tu propia mente disciplinada.” Dhammapada 3:10-11
Esta es una frase de Buddha y es algo que mi profesor de Kung Fu repite mucho muy seguido. «El Bocho». Cuando la mente se mete la realidad se distorsiona, la objetividad se distorsiona en segundos.
Temprano un día cualquiera, suena el despertador, te levantas – cambias – lavas los dientes – huis al trabajo. Te subís al auto y manejas 3, 4, 10, 20 km sin pensar. No sos consciente de que presionas el embrague para meter las marchas, de que pisas instantáneamente el freno cuando se cruza un perro, de detenerte en los semáforos o de pasar sino llegas a tiempo con la velocidad y te expones en la bocacalle. Jamás perdés la seguridad de lo que haces y ni siquiera dudas. Tenés asimilado cada movimiento. Cuando caminas sucede lo mismo, igual cuando corres. No razonas que te podés caer al piso y lastimarte, en que puede ocurrir un choque o algo. Estás seguro y no pensás en ello. Esa es la cuestión fundamental. Tus miedos son un producto de tu mente.
Todo puede resultar mal, TODO, pero no somos tan catastróficos, vivimos sin pensar en ello. Conscientes pero no pendientes. De eso se trata.
Personas que al cerrarse las puertas del ascensor entran en un estado de «pánico» inexplicable, que estallan en locura al ver una cucaracha, una arañita (el 99% de las veces es así de pequeña)… ni hablar de como se ponen frente a una ventana de un segundo piso. Fobias incontrolables, casos de la cabeza haciendo un trabajo que no le corresponde. Se sobredimensiona una situación al punto de volverla inmanejable. Eso hacen tus pensamientos y en la frase inicial tu problema y la solución.
Ni tu padre, ni tu madre, ni tu amigo más querido, te pueden ayudar tanto como tu propia mente disciplinada.
Cómo disciplinar la mente?.
Vencer las fobias es algo muy difícil, no pretendo comunicar lo contrario, pero posible. Se trata de control, se trata de aprender algo nuevo, aprender a controlar lo que no podemos.
Los pasos serían los mismos que al aprender cualquier otra cosa.
- De dónde viene el miedo?
Probablemente te quedaste encerrado en un ropero de chico, o te caíste a la pileta y te quedó ese miedo incontrolable. Bueno, sepamos que viene de ahí, de una situación que no controlamos y que ahora eso ya no sucede así. Nosotros no controlamos las situaciones pero si como las enfrentamos.
- Tomar la decisión y planear como enfrentarlo
Muuuy importante tomar la decisión. Decisión implica voluntad, habla claramente de que vamos a tomar cartas serias en el asunto y haremos algo contra ello. También implica que planearemos una serie de pasos para enfrentar los miedos. Si es miedo a las alturas podríamos subir gradualmente una escalera y probarnos o asomarnos a un balcón del primer piso. Lo importante es exponernos gradualmente a nuestro miedo en pequeñas dosis a fin de acostumbrarnos, de hacer algo natural de esa situación tan especial. Podría llevarnos años tomar el control… y todo comenzando de tu decisión, de hoy, de este momento.
- No aflojar
Como dije antes, no aflojar. Ser constante. Sino podés enfrentar el siguiente límite esperá, volvé un nivel atrás y seguir probando. Cuando el miedo te asalta intentá no pensar, no te concentrés en la situación. Tranquilidad, respirá hondo y vamos de nuevo. La mente disciplinada sabe cuando no tiene que pensar.
Porqué este tema?. Yo también tengo mis miedos, mis fobias e intento vencerlas día a día. No aflojo y me animo. Vos también podés. Cuál es tu miedo?, te animás a vecncerlo?. 🙂